2º de Corintios 1:20 porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios.
En tiempos anteriores la palabra de una persona era muy valiosa. Cuando alguien prometía algo lo cumplía, pues su honor estaba empeñado en su palabra. Con el pasar de los tiempos esto ha cambiado, la gente ya no tiene respeto por la palabra dada o por la promesa hecha y eso ha llevado a que la confianza en las promesas mengue considerablemente.
Pero hay uno que permanece fiel a Su palabra. Uno que cuando promete cumple, uno que nos ha vestido de hermosas promesas y que ciertamente va a cumplirlas. Aquel que no falla, que no falta a Su palabra te ha hecho un monton de promesas.
El ha prometido paz en medio de la tormenta, gozo en medio de la prueba, provisión en medio de la escasez, sanidad para nuestras almas y nuestros cuerpos y un montón de cosas mas. Pero lo más importante es que ha prometido Su presencia en todo tiempo. El está con nosotros cada día, cada minuto, cada respirar. .. y no se a ti pero a mi me basta Su presencia.
Te invito a apropiarte de Sus promesas, a creer con todo tu corazón que fiel es el que prometió. El cumplirá sus promesas en tu vida! Creelo!!!