Salmos 84:5-6 Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas, En cuyo corazón están tus caminos. Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente, Cuando la lluvia llena los estanques.
La palabra de Dios es tan rica y tan perfecta que nos habla acerca de cualquier situación que nos toque enfrentar mientras estamos en muestro peregrinaje por esta tierra.
Y me encanta este Salmo que llama bienaventurados a aquellos que que tenemos en el Señor nuestras fuerzas, y aún más, que si en El están nuestras fuerzas en El entonces podremos transformar nuestras lágrimas en fuente...
Que es una fuente?? Una fuente es un lugar de refrigerio, donde otros pueden refrescarse y saciar su sed, y que hermoso que el Señor nos dice que puede convertir nuestras lágrimas en fuente... y sabes que? El sabía que nos tocaría llorar.. pero tus lágrimas pueden tener propósito, tus lágrimas no tienen porque ser en vano, tu proceso, tu dolor puede ser convertido en una fuente para ministrar a otros, para bendecir a otros, siempre y cuando tus fuerzas estén en El Señor..
Sé sabio y fortalecete en el Señor, pon en El tus fuerzas y conviertete en una fuente de bendición donde otros puedan saciar su sed. Te prometo que serás bendecido al bendecir.
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