Salmos 121:1-2 "Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra."
Regularmente cuando la gente está triste, preocupada o atormentada tiende a bajar el rostro o la mirada, y es algo que pasa automáticamente, lo hacemos sin darnos cuenta.
Es increíble ver el cambio en la actitud y hasta en el sentido del humor simplemente cuando levantamos el rostro, la Mirada.
Anteriormente, en los tiempos bíblicos era costumbre construir altares en los lugares altos, allí se ofrecían los sacrificios y demás.
Pero en este salmo el salmista declara: alzaré mis ojos a los montes, a los lugares altos... y se pregunta de dónde vendrá mi socorro?? Pero inmediatamente se responde: mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra, el reconocía que el Señor era su socorro y su auxilio, que solo del Señor venía su respuesta. No de aquellos altares, sino del Dios todopoderoso, del Dios vivo.
Así que el día de hoy levanta tus ojos, levanta tu rostro y reconoce al Señor como tu auxilio, declara con tu boca que El es tu sustento y abrigo, que Su mano poderosa te sostiene y te guia. Y cuando estés pasando por alguna situación puedes decir a confianza: mi socorro viene de Jehová que hizo los cielos y la tierra.
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