Los hijos de Dios no estamos exentos de sentir dolor o de sufrir algún tipo de aflicción, al contrario, el mismo Señor nos advirtió que en el mundo tendríamos aflicción, pero esta misma declaración termina diciendo que confiemos, pues El ha vencido al mundo. Juan 16:33 "Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo".
Cada persona reacciona de manera diferente ante el dolor o aflicción, algunos lloran, otros se enojan, otros se apartan, otros piden ayuda, y cada uno considera que su manera de manejar la situación es la mejor.
Pero si vamos a la Palabra, que es nuestro manual de vida, entonces encontramos que es normal que suframos aflicción mientras estemos en nuestro peregrinaje en la tierra, más junto con esta advertencia el Señor nos da la solución, y la solución es CONFIAR EN AQUEL QUE VENCIÓ.
Es en estos momentos momentos de aflicción y dolor donde nuestra fé es probada y podemos mostrar si realmente confiamos en El, si nuestra fé es lo suficientemente firme para desafiar la adversidad y seguir creyéndole a aquel que Ha vencido, y en medio de todo tener paz...
No importa el tamaño de tu aflicción, ponle nombre y no importa como se llame, El ya venció al mundo y con ello venció tu aflicción, apropiate de ésta verdad y recibe paz de Aquel que es nuestro amparo y fortaleza.
Cada persona reacciona de manera diferente ante el dolor o aflicción, algunos lloran, otros se enojan, otros se apartan, otros piden ayuda, y cada uno considera que su manera de manejar la situación es la mejor.
Pero si vamos a la Palabra, que es nuestro manual de vida, entonces encontramos que es normal que suframos aflicción mientras estemos en nuestro peregrinaje en la tierra, más junto con esta advertencia el Señor nos da la solución, y la solución es CONFIAR EN AQUEL QUE VENCIÓ.
Es en estos momentos momentos de aflicción y dolor donde nuestra fé es probada y podemos mostrar si realmente confiamos en El, si nuestra fé es lo suficientemente firme para desafiar la adversidad y seguir creyéndole a aquel que Ha vencido, y en medio de todo tener paz...
No importa el tamaño de tu aflicción, ponle nombre y no importa como se llame, El ya venció al mundo y con ello venció tu aflicción, apropiate de ésta verdad y recibe paz de Aquel que es nuestro amparo y fortaleza.
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