Hace un par días conversaba con una de mis tías acerca de nuestra fe y siempre es enriquecedor conversar con ella, pero con este tema en particular fui bendecida porque me consta que ella es una mujer de fe, que se ha atrevido a creerle a Dios con todo su corazón a pesar las circunstancias adversas.
Durante ese tiempo queríamos compartir con sus hijos lo que era vivir por fe y en particular lo que significa usar un lenguaje de fe, lo que es hablar en fe.
El lenguaje de fe es algo que todos los hijos de Dios debemos practicar en nuestras vidas diarias, todo lo que hablamos y lo que hacemos tendría estar bañado de fe.
Cuando hablamos fe, estamos hablando lo que declara la palabra, lo que Dios ha hablado o lo que ha prometido a nuestras vidas aún cuando nuestros ojos naturales no lo estén mirando.
La palabra de Dios declara que el justo por la fe vivirá, y a su vez sabemos que la fe es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve, entonces nuestras vidas tienen que estar inyectadas y llenas de esa fe que es capaz de creer y esperar lo que Dios ha hablado y así entonces poder declararlo con nuestra boca en un constante lenguaje de fe.
Entonces, la próxima vez que estés frente a una situación adversa o ante un problema, comienza a hablar fe, haz memoria de lo que dice la palabra o de lo que Dios te ha prometido y declaralo con tu boca, comienza a llamar las cosas que no son como si fuesen y verás como tus fuerzas son renovadas y tu victoria se manifiesta.
Usa tu lenguaje de fe, si estás enfermo habla que estás sano, si estas en escasez declara que eres próspero, si tus hijos se portan mal habla las promesas de Dios sobre ellos y declara que cumplen su propósito y sus vidas son agradables a Dios, y así cualquiera que sea tu situación habla fe y llama lo que no es como si fuese!
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